Situada en Mataró, con la luz del día se aprecian el juego de sombras proyectadas y los claro oscuros; un proyecto rico de matices y sobre todo bien resuelto acústicamente así como la iluminación.

En este proyecto se quería lograr un espacio relajado como un oasis, tanto a nivel visual como acústico. El tratamiento de paredes y techo se realiza mediante placas de Amstrong, que aportan un efecto visual a modo de Travertino, además en el techo se instalan unos aros de perfil de aluminio con pantalla de Lycra que refuerza ese esfuerzo fono absorbente.

Para no exponer a los clientes, la zona de espera se equipa con unas estructuras metálicas con formas orgánicas a modo de pelos que protegen de las miradas del exterior, pero que desde el interior no privan de la entrada de luz. En cuanto a la intervención de los huecos arquitectónicos, se ha actuado con ’embocinados’ irregulares y girados, que juegan ópticamente con la perspectiva.

El resultado es un espacio de formas orgánicas, sinuosas y femeninas. La mezcla de colores, madera, arena y metal, consigue el lenguaje relajado propuesto.